Este termino, ya muy acuñado, lleva demasiadas acepciones y significados. Tantos, que hasta resulta apabullante que tenga tantísimas acepciones. Hoy, añadiré otro, pues desde el
subjetivismo mas puro, hoy tiro unas lineas en un tono
pseudofilosofíco y lo muestro desde mi humilde punto de visa.
El materialismo, es sin duda alguna, un sinónimo del consumismo que caracteriza a esta época en la que nos
movemos. Esta claro que nacemos con el ya inserto, y que conforma cierto
innatismo en nuestras ideas. Hay ciertas doctrinas que en esto están muy acertadas. Predican en contra de materialismo, o mejor dicho, avalan al
inmaterialismo. Sin ir mas lejos, el
Budismo, sostiene
que aferrarse a los bienes materiales es la muerte del
alma, eso yo lo dejo
a libre interpretación, pues en mi profundo escepticismo con base
ateísta, no
cabe espacio para pensar en la existencia del alma.
Como siempre, y sin
artificios, desde aquí lo que intento es tirar unas cuantas líneas en un estilo
distendido y con cierto tono
"criticoso" esgrimir algún que otro argumento
apelando a la razón individual. Como si de presentar una tesis se
tratara, he aquí el cuerpo de mi crítica con sabor filosófico.
Hablemos de lo
trascendental en el consumismo. Es todo el motor que mueve la sociedad. Las industrias se nutren de él, pero no saben cuanto daño están haciendo con
sus campañas, en la que derrochando unos dineros se crean absurdos anuncios que
publiciten sus productos, cada cual mas ridículo que el anterior. Esto, esta muy
estudiado por los llamados teóricos, que se dedican al estudio de mercados y
arrojan
argumentos positivistas que respalden sus teorías, dándolas por ciertas
ya que se sustentan en una
pragmática visión y aplicación de lo que el
método científico
es en esencia. Pues somos en realidad las ratas de laboratorio sobre las que
recae todo el peso del avance y el progreso del consumismo. Estamos tan
envenenados por él que ya no somos capaces de pensar por nosotros mismos.
Es como su tuviésemos inserto un chip que ya desde que nacemos tenemos en nuestro cerebro.
Piensen, por un momento, si una farmacéutica no podría estar detrás de esto, como empresa que es, y
obligar a los hospitales a implantar estos
chips en los recién nacidos. Visto lo visto, no me parece tan descabellado, pues algunos personajes solo se mueven de forma
mecánica, y solo viven para
gastar y consumir. Es lo que se llaman un robot del progreso, o lo que yo denomino como el "
Homo cosumisticus" una
subespecie involucionada que se guía por estímulos básicos y solo busca cubrir las necesidades para las que fue creado.
Esto, si bien es cierto, no es mas que es una consecuencia del falso capitalismo en el que hemos nacido. Por que dudo que
entre mis lectores este algún superviviente de los inicios del capitalismo
moderno. Con esto, no es que me oponga al capitalismo en si, me opongo a que se hayan
corrompido sus principios. Pues ha perdido su esencia inicial, hasta tal punto que ya ni los economistas saben cual fue la primera tesis sobre esta concepción económica del mercado y como replantear este sistema de comercio sin trastocar el sistema monetario mundial.