Me sigo
despertando en antiguas sedas,
y mi
frágil mano escudriña tu figura,
mas en
vano la busca…
Leve
brisa fría como el aire de la aurora,
atraviesa
la ventana, y mi cara mira,
besa y
calma…
Tu
marmórea apariencia con aires clásicos,
es
deleite de mis pupilas, que dilatan
su
contorno al tuyo.
La
dorada quietud del sol en tus finos cabellos,
reluce
cual bronce coraza de antaño caballero.
Caballero
de mis días y mis anhelos.
Mas,
como siempre, desde las tierras mas lejanas,
Al
viento palabras lanzas, para que con amor,
dulces,
me las traiga.
Rhöd Deutsch.
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