la
vida, que ante mi su figura, carente de sentido
y
carente de todo se postra.
Es todo
tan fútil, que hasta una suave
risa de
perlas blancas me rodea, y a ella me uno,
en un
celebre llanto de tristeza disfrazada.
El
cielo añil, tan brillante me llama y le miro.
Mis
ojos juguetean con lo que pasa.
Finas
cintas caen como lágrimas nevadas.
A su
vez, no puedo evitar contemplar,
un
blanquecino rostro que su dulce mirar clava.
Atento
mirar de turquesa, qu'en dorados bucles
se
pierde al instante en el que una suave mano,
roza mi
rostro, que a la pasión del momento
en rojo
vence y en el muere.
Imagen: This Day Is Over Jack Hardwicke en Tumblr
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