El camino es sinuoso. Y en la lejanía, entre
altas cimas se pierde. El camino, serpentea un valle de oscuros pasados y
acusados horrores. Sobre mi, un cuervo mis pasos observa y con su canto a
muerte mi latir acelera. Ya he tenido este sueño mas veces, creo que es
premonitorio, y que mi muerte veo cerca. Es un momento oscuro en mi vida.
Cuanto mas me adentro en el valle, más hórrido se vuelve el paisaje. Mire por
donde mire, cuerpos putrefactos al aire fragancias expulsan, y que deleite de
carroñeros al alba acompaña. El cuervo, sigue cantando la melodía de la muerte,
que con inhiesta sombra mi retaguardia acompaña. No veo el momento de girarme y
besarla con fuerza, y abrazar a esta vieja amiga, que tantos seres y alegrías
me ha quitado. Podría hablar, largo y tendido, de los oscuros recuerdos que de
mís entrañas brotan. Pero ahora, solo quiero cerrar los ojos bajo este árbol
marchito, de negras cortezas, hojas muertas y de heridas lleno. Esperar una
primavera, una lejana letanía de candor, que estas tierras no han visto en
siglos. Busco, en fin, no se que busco, es como un no parar de hacer… la vida
es un continuo bucle de renovación, mas, aquí, en este páramo de muerte se
detiene y me aprisiona. La vida es un deleite, de los que mucho tienen, y nada
agradecen. Y cuando todo lo pierdes, te das cuenta de cuan banal y sin sentido
es la existencia. Más aquí, pese a todo, paz y soledad encuentro.
El Valle I (Escritos Lovecraftianos). Rhöd Deutsch.
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