Una suave gota de vida mi rostro acaricia, y
de este profundo sueño me saca. Todo sigue igual. El árbol, herido, el cuervo,
que la letanía de la parca me susurra. El fin esta cerca. Cierro los ojos, y
una ventana veo. Quiero abrirla, saltar, abandonar mi cuerpo, mi existencia.
Abrazar mi fatal destino. Abro de nuevo los ojos y miro a mí alrededor. Me
pongo en pie y mi camino continuo. No se en que mes vivo, ni que día ni año
anuncia el sol en su eterno circulo de perfeccionismo cósmico. Veo cimas a lo
lejos. Aun me parecen tan lejanas. Como un espejismo, leve, liviano en mi mente
y maleable al juicio. Llevo un día sin probar trago y lo único que mi sed
apacigua es un cenagal cercano. Un Lodazal de mis penas, en donde más muerte
respiro. Seductoras fragancias de putrefacción a mas aves atrae, y el cuervo
que mis pasos vigila y con celeste cantar a la muerta lleva conmigo, perdido
esta. Hecho de menos como susurra la muerte en mi oído. Y aunque peligro
entraña, esta agua bebo. Aguas, que de muerte llenas están, y que ha esta,
espero me lleven. Sigo andando, me siento extraño, y aun con la esperanza de
que la muerte me lleve. En una hendidura me siento y cierro los ojos. Todo
gira, mi mundo se tambalea, y mis entrañas escapar de mi quieren… pierdo el
conocimiento… extrañas y fugaces imágenes vi...
El Valle. Escritos Lovecraftianos. Rhöd Deutsch.
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