martes, 4 de marzo de 2014

El Valle. II

Una suave gota de vida mi rostro acaricia, y de este profundo sueño me saca. Todo sigue igual. El árbol, herido, el cuervo, que la letanía de la parca me susurra. El fin esta cerca. Cierro los ojos, y una ventana veo. Quiero abrirla, saltar, abandonar mi cuerpo, mi existencia. Abrazar mi fatal destino. Abro de nuevo los ojos y miro a mí alrededor. Me pongo en pie y mi camino continuo. No se en que mes vivo, ni que día ni año anuncia el sol en su eterno circulo de perfeccionismo cósmico. Veo cimas a lo lejos. Aun me parecen tan lejanas. Como un espejismo, leve, liviano en mi mente y maleable al juicio. Llevo un día sin probar trago y lo único que mi sed apacigua es un cenagal cercano. Un Lodazal de mis penas, en donde más muerte respiro. Seductoras fragancias de putrefacción a mas aves atrae, y el cuervo que mis pasos vigila y con celeste cantar a la muerta lleva conmigo, perdido esta. Hecho de menos como susurra la muerte en mi oído. Y aunque peligro entraña, esta agua bebo. Aguas, que de muerte llenas están, y que ha esta, espero me lleven. Sigo andando, me siento extraño, y aun con la esperanza de que la muerte me lleve. En una hendidura me siento y cierro los ojos. Todo gira, mi mundo se tambalea, y mis entrañas escapar de mi quieren… pierdo el conocimiento… extrañas y fugaces imágenes vi... 

El Valle. Escritos Lovecraftianos. Rhöd Deutsch.

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