Hoy he vuelto a la vida. No se
por que. Pero he vuelto. Siento un cierto dolor en el corazón. Las penas
pasadas lo turbaban y mataban cada vez que un pensamiento acorralaba mi mente y
la agitaba hasta arrancarme las ganas de vivir. Hoy, he renacido de mis cenizas
cual fénix. Hoy parece un día distinto, como nunca antes había pensado. Ahora
atesoro cada paso que doy... No se, mis deliranzas son fruto de alguna
enfermedad mental y no se salir de ellas. La cordura me abandona a cada paso
que doy, y en un valle. En un abismo estoy. Estoy atado y no escapo de el.
Recuerdo feliz aquellos momentos, bajo ese hayedo que hay... Bueno, había. Ya
no se si sigue allí... Esperando, a que bajo sus ramas me siente y bajo su
abrazo lea, esas historias que tanto añoro. Sigo en el camino. Creo tener
ciertas respuestas. Sí estoy aquí es por obra de alguna deidad que mi odio se
gano. Estoy aquí por lo que estoy, para morir... tal vez, no lo se. Nunca supe
nada, y nunca sabré lo suficiente sobre nada. Esto es así. No hay vuelta atrás.
No puedo pretender dar explicación al mundo. Cuando el mundo no quiere ser
explicado. Suenan vientos airados al sur, o al norte... No se que me espera
cuanto mas cerca de aquellas cimas, que a lo lejos veo… Y me observan... No se
que clase de peligros, pruebas o metas me aguarda el destino. Que como un
cuervo viste y que de doble personalidad se postea según soplen esos vientos,
siempre llamados de la fortuna. Atesoro cada momento. No pienso en el pasado.
Pues el pasado. Solo existe en mi mente... Y es tan... Tan borroso, que ni si
quiera se si es algo real. Mi amado hayedo ¿Es real? - tal vez lo sea - pero si
me produce un aliento de felicidad... Con eso me vale. Aunque sea para dar dos
pasos adelante sin mirar atrás y salir de este valle que tan muerto en vida me tiene.
Es como abrir una nueva puerta. Una entrada a una nueva vida. Un paso temporal
a otro mundo. Un viaje al subcontinente. Aun así. No logro entender nada. Puedo
pesar largo y tendido sobre por qué existo. Y puedo no dar con la bella luz de
la verdad alumbrando el vano intento de entender lo inentendible. Sigo
recorriendo el camino y pienso en voz alta - Que absurdo es todo lo que me pasa
- . Y esa horrible imagen, a mi mente vuelve y en los peores momentos me hiere.
El calor es tan horrible que mis pensamientos al sol se derriten como el hielo.
Templa el ánimo perdido día tras día. Es una batalla continua. Espero el sol de
un nuevo comienzo con gran esperanza. Es como si esperara recuperar el amor que
creí haber tenido hace no mucho. ¿Alguna vez ame? No lo se. Como siempre,
intento en vano recordar mi pasado. Es la misma de todos los días. Intento y no
puedo. Mi camino hago día a día.
Escritos Lovecraftianos, Rhöd Deutsch.
El relato surrealista.
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