En la
distancia, los largos valles
tu
nombre me susurran…
El
fútil recuerdo de tus besos,
de mi
piel no se ha borrado.
Tu
dulce mirar de néctar recogido,
que por
divinidades es elaborada
y en tu
mirada soterrada,
de mi
alma es alimento.
Eres
bello cual ocaso y noche estrellada.
Eres
único como el mundo que habito.
Eres lo
mas hermoso a lo que un joven,
como
yo, aspira conquistar con su querer,
y su
mirar…
Rhöd Deutsch.
(Redactando desde el 17 de agosto de 2012)
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