¿ A quien no le ha pasado esto?
Siempre resulta muy fácil escribir de lo
perfecto que es el amor. Ya que el amor es esa cosa tan perfecta de la cual
nada mayor cabría pensar. Bueno, pues hoy yo tiro unas lineas en un estilo distendido sobre el poco decoro que demuestran en determinados lugares estos nuevos enamorados que de forma tan ferviente van
apareciendo por las esquinas mas húmedas de la casa. Pero tranquilos, no hablo de
plagas (bueno puede que si), pero no pasa nada pues soplando de vez en cuando a estos bichos
que salen de la humedad se rompen ellos solos.
La propia estupidez humana es la
que queda de forma manifiesta en estos seres, pues eso es de todo menos
hermoso, pues no conozco sentimiento que mas atonte que el amor. Ya que te deja
hecho todo un trapo que lo único que sirve es para limpiar el polvo que se
acumula en mi Piano. Bueno me retracto, creo que ni para eso sirve una de esas
piltrafas que se dejan ver en publico con su pareja, para que eso degenere en
una exhibición de magreo y mete manos, es sin duda una forma muy sutil de
llamar la atención ¿No creéis? Sin pararse a pensar lo absurdo de sus
parlamentos.
Sin duda, lo mas gracioso de observar esto, es
hacerlo en el plan de los documental de los bichitos estos tan monos que se ponen en La Dos (canal de televisión española) a la hora en la que el español medio esta durmiendo. Ver esta clase de
espectáculos que nos brinda la naturaleza es hasta divertido, ¿No? Dejando eso
a un lado, he de decir, que entre personas, o animales mas evolucionados el
ritual de cortejo y apareamiento deja mucho que desear a la imaginación, pues
hasta mis gatos, son mas sutiles y lo disimulan jugando. Bueno, eso creen ellos.
Todo sea por el exhibicionismo, ya que lo mas
bonito de estar en una biblioteca es sin duda alguna encontrarse a los
enamorados de turno empotrándose contra la estantería de los libros mas
aburridos, creyendo que allí nadie les ve. O como no, en un cine, bajo el tenue
manto de la oscuridad, creyendo que así no molestan a nadie, es mas, el hecho
de que te arreen un codazo sin querer a ellos les va a dar igual, ya que se
pensarán que eso blandito contra lo que se han dado es la butaca, cuando la
realidad es que el codazo lo disfrutas tu en primera persona, y el bote que
pegas en la butaca del susto en motivo de risa de tu acompañante.
Que tal si dejáis ciertas cosas a esa inherente
intimidad que envuelve al dormitorio y dejáis los alardes amorosos para una
tarde de verano perdido por un monte. Así en plena naturaleza podréis sentiros
como los animales a los que tanto queréis pareceros.
Es un verdadero artísta, el autor de la imagen que publica en su excelente blog. Mis respetos a ambos.
ResponderEliminarEs un verdadero artísta, el autor de la imagen que publica en su excelente blog. Mis respetos a ambos.
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