Cuando la Música y la Poesía se encuentran en un mismo espacio. Eso es mi Blog. Dos corrientes. Un destino. Palabras. Notas. Cosas sin sentido. Y cuestiones intrascendentes. Lugar para el disfrute de la mente y del oído. Todo tiene su razón de ser en este espacio y nada es casual o aleatorio. Publicando desde el 17 de agosto de 2012
Seguía en aquel desierto, de
blancas arenas. Seguía, ante aquel ser que su mirada emponzoñada clavaba sobre
mí. Estaba aterrado. Contuve la respiración. Intente calmarme para que mi latir
no me delatara. El ser se acerco. Creí que era mi fin, pero no fue así. Abrió
la boca, y me dijo – Se que buscas respuestas, pero nunca las obtendrás –
Desalentadoras palabras. Es todo lo que dijo, pues acto seguido en arenas se
convirtió. Todo cambio. Volví al Valle, tan verde como siempre. Seguí el camino
hacia las cimas lejanas. Estaban mas cerca. No tardaría mucho más en llagar.
El caminillo, termino en una
pronunciada cuesta abajo. Desde atrás no pude ver el inmenso bosque que a los
pies de las colinas había. Ahora, mas que colinas eran montañas. Las mas altas
que nunca había visto. Desde donde estaba solo veía una cadena montañosa que se
perdía en los lados y en el horizonte. ¿Cómo había llegado hasta tal punto? Empecé
a bajar la cuesta de forma agradecida. Pues me deje llevar por la inercia y la
gravedad. Cuanto más descendía mas crecían los árboles. Eran altísimos. Mi
hayedo, una mota de polvo comparado con estos. Entre en aquel bosque. Había una
tenue pero agradable luz, y no hacia frío. Una cierta calidez habitaba en aquel
lugar. A la tibia luz del día todo es diferente, pero aquí, todo se desarrolla
sobre una tenue penumbra eterna. Llena de insinuaciones. Recorrí el largo
bosque. Contemple perplejo los árboles tan anchos, tan altos. El cuervo, estaba
sobre una de las gruesas ramas. Cantando levemente la melodía de la parca. Que
tan acogedora era recibida por mi oído y que mi latir relajaba. Era raro, pues
el canto del cuervo hacia un extraño eco en aquel bosque. Pues iba subiendo de
tono, creo que una quinta justa más aguda cada vez. Era extraño. Era la primera
vez que veía más seres vivos de los que ya conocía en mis tiempos mozos. Había
gusanillos de ese verdes, alguno se me acerco pero acto seguido cambiaba de
dirección.
Y si…, y si por un momento, pienso que esto es mi tierra.
Donde yo nací y contemple, siendo aun muy párvulo, como el mundo evoluciona a
mis infantiles ojos. El progreso, era rápido, pues en poco tiempo cambio de
gran manera el mundo como lo veía. Yo…, yo prefería permanecer a la sombra de
mi hayedo, ajeno a todo lo que pasa. Aquel hayedo, daba una sombra fresquita en
la que podía dormitar. Y en la que podía contemplar las hojas mecidas por el
viento de media tarde. El sol, entre las hojas, mi cara acaricia con sus
cándidas manos. Era muy feliz. Lo que diera por volver a estar entre las ramas
de mi hayedo. El trino amanerado de los pajarillos de la viña. Vivia en una
ciudad. Pero aun así, mi casa quedaba un poco a las afueras, y mi familia, era
ciertamente adinerada. La finca familiar era muy amplia. La mansión tenía hasta
bosques y un río. Recuerdo el lejano rumor del agua. Alegre siempre, pues el
río no distaba mucho de mi hayedo. Abrí los ojos. La realidad me cegó en ese
momento. Volvía a estar en valle. El sol empezó a descender y el cielo a
enrojecer. La noche se cernía sobre mí, y no había cobijo. La luna, era
inexistente. Pues una absoluta oscuridad me aprisiono. Me quede quieto,
inmóvil, no podía caminar. Era imposible. Me tumbe. Cerré los ojos con la
esperanza de volver a algún sitio conocido. Pero mi mente no estaba por la
labor. Oí al cuervo, no debía de estar muy lejos. Pero no entendí como podía
volar, en la completa oscuridad de esa extraña noche sin luna, ni estrellas. El
cuervo cantaba y con el a un profundo sueño me llevaba… La luz volvió, pero…
estaba en otro sitio. El verdor y las altas cimas se habían convertido en arena
blanca. Una inmensa extensión de blancas arenas en la que se fundían el cielo
con la lejanía. Era un desierto. Gire un poco la vista y entonces atisbé una
formación rocosa, estaba muy lejana pero fui hacia ella. Cuando llegue. Un
extraño ser dormía sobre la piedra. Tenía cabeza de gato en un cuerpo escamado
de reptil. Alado como el cuervo y grácil como un cisne negro. Y una larga cola acaba de un apéndice que
bien parecía venenoso. Di un paso atrás, contenido, sin brusquedades, pero… el
ser despertó y se evaporo. Me acerque hasta donde ese extraño ser estuvo
tendido. No di explicación de ello, me gire. Y en mi retaguardia, ante mi el
extraño ser me miraba fijamente y con su aguijón me apuntaba. El ser, abrió la
boca y dijo….
Estoy cansado de vivir así. De no saber nada,
de no entender el por que me encuentro preso en esta tierra hostil y sin vida.
Solo un cuervo. Solo una insignificante ave es mi amiga. Y, ni si quiera puedo
agradecer su compañía cuando la necesito. Dejo a su capricho el que mis horas
acompañe. Miro alto, y en la inmensidad de un cielo azul lo busco y nada veo.
¿Dónde esta? Tal vez sea mi amado, que por capricho del destino se haya
convertido en cuervo de igual manera que yo he sido aprisionado en esta tierra.
Solo eso me consolaría ahora. Saber que me protege y me guía por estas tierras.
Suena entupido, y cuanto mas lo pienso mas entupido me suena. Sigo adelante,
pensativo y exprimiendo cada locura y deliranza que por mis sesos danza. Pasa
un rato, una hora creo. Aquí es imposible saber que hora es, el sol esta
siempre en el mismo punto, no lo entiendo, es algo imposible. Es como si
estuviera en un planeta inerte, que ni gira ni anda por el cosmos. Es raro, por
que tiempo atrás juraría que era diferente, es como si me fuera desplazando
cada vez que cierro los ojos. ¿Es posible? ¿Me traslado en sueños? Eso es
imposible, es físicamente imposible, pensé. Pero, como es posible el entorno
que me circunda. Todo es improbable per se. Y a priori pienso que nada es real,
pero siento hambre, sed, es todo tan real que no lo entiendo. Todo es
probabilístico y aleatorio. Estoy en un punto y estoy en varios a la vez. Me
traslado por tiempos diferentes dentro del mismo plano. Todo es posible entonces.
Ahora, estoy en una inmensa pradera, verde, brillante, con el dulce y
embriagador aroma de la naturaleza. Me quedaría aquí por el momento…
Ya empiezo a comprender ciertas
cosas. Sigo adelante, avanzo, y obtengo respuestas. Sigo este largo periplo que
me lleva por las entrañas de la vida y qué a un final certero me conduce. Creo
que las cimas, esas cimas altas y verdes que a lo lejos veo, son una alegoría
fúnebre de mi posible destino.
-Recordé algo de mi pasado-. Tuve
un amor. Me acompaño largas horas bajo aquel hayedo, ya que nos dejaba sitio al
amor tan prohibido que entre nosotros había. Pues, recuerdo a un joven, algo más alto
que yo. Con ojos verdes como la hierba de esta pradera. Era delgado. Tenía el
pelo de un tono caoba. Era el chico más hermoso que había visto. No se por que,
pero el se fijo en mi. Fue algo fugaz, pero nos gustamos al instante. Y las
horas más felices de mi vida acompaño.
Tenia una voz que me hipnotizaba al
tiempo que sus ojos me encarcelaban a el y en un beso, en un largo beso me
perdía... Es lo más feliz que hasta la fecha he podido recordar, o creer
recordar. Estoy seguro que este recuerdo es real. Lo recuerdo todo con bastante
detalle. Tanto que hasta las amargas lagrimas brotan de mis ojos al recordarle.
¿Qué fue de el? ¿Por qué la vida me castiga así? -Se que no obtendré respuestas-.
“!Ah¡ que fino velo de angustias.
!Ah¡ que fino velo de soledad y heridas
al alma henchida de sin sabores.
!Ah¡ que triste soledad de días.
¿He de olvidar al amor que me cegó?
¿He de olvidar con dolor y pena
al alma herida que mi mano busca?
He de olvidar.”
Es así. No hay por donde mirarlo.
Llegue al pie de una cascada. El agua rompía con fuerza. Las aguas eran
trasparentes, -eche un trago-. Me detuve un rato y contemple la cascada. Era…
como un fino espejo, de en quien me he convertido. Sutiles imágenes se
proyectaban sobre las aguas. Premonitorias, y preconizadoras de algo cercano.
No le di importancia. Solo descanse. Y mi camino al alba acompañé.
El cuervo, que tan servil
acompañaba mi periplo volvió de entre las sombras, y su tañido de muerte, de
nuevo a mi oído finos ecos de mortuoria apariencia en mis adentros escupía.
-Mis
palabras-, lisonjas. Adornos finos y mal elaborados. Susurros del viento con
quien, largas charlas mantengo. Cada día nuevos caminos emprendo. Como siempre,
esas altas cimas veo. Sigo sin saber en que día, mes, año y hora vivo... creo que
lo he conseguido. En cierta manera, he conseguido vivir al margen del tiempo, por que... sin duda, Kronos, es el único
gran dios, todos vivimos presa de su capricho. Mas yo, aquí, he conseguido
escapar de su cruel aprisionamiento. Ya no lo venero, como antaño hice. Hubo
una época, en la que mi día a día, consistía en un horario, cada maldito
segundo al milímetro. Cuando comer, cuando dormir. Una prisión hábilmente
tejida. Los grilletes de un día a día demoledor en el mundo de los negocios.
Eso fue antes de retirarme a la paz de mi solariega y atesorar la vida bajo mi
hayedo, junto a mi amado. -Pues amalgame gran fortuna-. No se donde iría a
parar, pero nadaba en la abundancia. Lo suficiente como para eludir mis
responsabilidades y vivir al margen de la civilidad que muchos hacen en gala
solo cuando es necesario. Me retire de la vida pública y me entregue a mi amado
y a mi mismo. No di cuentas a nadie. Solo a mi mismo. Vivíamos perfectamente,
pues nadie criticaba nuestro amor prohibido. Pero... No se por que...pero, cerre los
ojos y un ataúd vi. No lo entiendo. Por un momento, un estúpido pensamiento
broto. Era mi amado el que estaba en aquel ataúd. Me dije que no. Era
imposible. Si el esta muerto no merece la pena seguir adelante. Mas, ¿es real,
o solo fruto de mi mente? ¿Acaso lo cree de la nada, como mi fortuna? Prefiero
pensar que no es así. Que es real, y que me esta buscando. Que piensa en mi
igual que yo pienso en el.
Hola querid@s lectores, hoy, este blog cumple dos años y para celebrarlo, he hecho una seleccion de entradas con las principales “Etiquetas”
de este blog , que son: Poemario, Haikus, Audiciones y Relatos en forma de
poema para seleccionar las entradas mas vistas.
POEMARIO
Al borde del Abismo.
Al pie del abismo s'encuentra,
el viento la susurra ideas delirantes,
mas ella, a la vida se apega en balde,
pues desprecio es lo único que recibió.
Al pie del abismo s'encuentra,
la mar su cuerpo clama y el cielo
a su alma llama, pues abandonar
la vida es lo quemas mas quiere.
La frágil garra que la coge,
soltarla quiere, mas ella no se
lo impide, pues, al borde
del abismo s'encuentra.
Saltar es lo que mas quiere,
saltar y abrazar la libertad
de los días, que tan presto
vuelan a su alrededor.
La brisa elisia, qu'entre espuma y
neblina l'arropa, un inmenso temblor
la suscita, pues como una gran mano
l'apresa y a la oscuridad la lanzó.
Al vacío cayo, y presa d'él fue,
en el unos instantes vivo y en él,
al minuto se unió, pues pronto en un
dulce sueño se sumiría y d'él,
jamas despertaría.
HAIKUS
Tagesänbruch.
XVIII.
Der Tag geboren wird,
dreht sich das Leben,
starb in einem Tal.
Geschrieden für Rhöd Deutsch.
AUDICIONES
Escuchando las voces del pasado. Publi. 4. II CICLO
(Homenaje a Rachmaninov)
Hola queridos lectores, hoy en este espacio (Canción de
la semana) les propongo un pequeño mini-concierto muy ameno. Pues les
presento la segunda obra del homenaje a Rachmaninov y
ademas añado ya que biene al pelo, una obra en homenaje a la figura de Bach.
Y se preguntaran ¿Porque a Bach? Hoy es 31 de Marzo, es
el día del nacimiento del que sin duda es uno de los mas grandes de
la historia de la música culta Europea, pues no conozco compositor
con mas trascendencia y proyeccion histórica que la de la figura
del maestro de Eisenach, el ilustrisimo J.S. Bach.
PRIMERA PARTE (duración 22 min)
La primera parte la protagoniza Rachmaninov con su Poema sinfónico La Isla de la Muerte.
Sobre el compositor. Nació en Semionovo el 1 de abril de
1873 y murió en California (EE.UU) el 28 de marzo de 1948. Fue un destacado
compositor, pianista y director de orquesta ruso. Fue el ultimo gran Romántico
y el mas influyente de los pianistas del siglo XX.
Pequeña impresión tras escuchar esta obra. (Adelanto
que esto no es un análisis exhaustivo de la obra, ni mucho menos)
"Lo impactante de esta obra es el comienzo. Pues se abre en pianissimo con
el arpa y notas tenidas en la cuerda, poco a poco se van sumando los metales y
conformando sonoridades. El matiz crece. En un momento del principio la trompa
lleva la melodía lo que le da un gran color noble en el principio. Mas adelante
pequeño dialogo de la flauta y la trompa. El Cubriè de las trompas tambien
llama la atencion al oyente. En esta obra destaca las sonoridades, la
brillantez del tono de los metales, las progresiones dinámicas en la
instrumentación. Es el puro ambiente romántico ruso, la perfecta orquestación y
la asignación de papeles, el contraste de timbres de luz y color. Que si bien
cerramos los ojos esto nos permite hacernos una imagen visual de lo que pasaba
por la mente de Rachmaninov en el momento en el que compuso este
solemne poema sinfónico. Quien no se imagina la barca de Caronte llevándote por
la Laguna Estigia
hasta las puertas del Hades.
Poema Sinfónico La isla de la Muerte Op. 29.
SEGUNDA PARTE (duración 14 min)
La segunda parte esta claro que es de Bach. Esto es muy
difícil, pues Bach tiene muchísimas obras destacables en varios géneros:
instrumental, vocal, de cámara, conciertos... Pero hoy destaco el
Concierto para Violín, Oboe y Orquesta de cuerdas en Do menor BWV 1060. Para mi
este es uno de los conciertos mas extraordinarios que compuso
este magnifico compositor.
Nació en Eisenach 31 de marzo de 1685 y murió Leipzig 28 de
julio de 1750 fue un compositor, organista, clavecinista, violinista, violista,
maestro de capilla y cantor alemán de música del Barroco, el miembro más
importante de una de las familias de músicos más destacadas de la historia, con
más de 35 compositores famosos y muchos intérpretes destacados. Del concierto
de hoy destaco el segundo movimiento muy a la italiana. Con
ese carácter dialogado entre el Oboe y el Violín que se
urde entre tanto contrapunto y artificio Bacheriano.
Concierto para Oboe y Violín BWV 1060 en Do menor.
Fuentes: Wikipedia y YouTube.
RELATOS EN FORMA DE POEMA
La locura del instrumentista, a la perdición le llevo.
Hoy he vuelto a la vida. No se
por que. Pero he vuelto. Siento un cierto dolor en el corazón. Las penas
pasadas lo turbaban y mataban cada vez que un pensamiento acorralaba mi mente y
la agitaba hasta arrancarme las ganas de vivir. Hoy, he renacido de mis cenizas
cual fénix. Hoy parece un día distinto, como nunca antes había pensado. Ahora
atesoro cada paso que doy... No se, mis deliranzas son fruto de alguna
enfermedad mental y no se salir de ellas. La cordura me abandona a cada paso
que doy, y en un valle. En un abismo estoy. Estoy atado y no escapo de el.
Recuerdo feliz aquellos momentos, bajo ese hayedo que hay... Bueno, había. Ya
no se si sigue allí... Esperando, a que bajo sus ramas me siente y bajo su
abrazo lea, esas historias que tanto añoro. Sigo en el camino. Creo tener
ciertas respuestas. Sí estoy aquí es por obra de alguna deidad que mi odio se
gano. Estoy aquí por lo que estoy, para morir... tal vez, no lo se. Nunca supe
nada, y nunca sabré lo suficiente sobre nada. Esto es así. No hay vuelta atrás.
No puedo pretender dar explicación al mundo. Cuando el mundo no quiere ser
explicado. Suenan vientos airados al sur, o al norte... No se que me espera
cuanto mas cerca de aquellas cimas, que a lo lejos veo… Y me observan... No se
que clase de peligros, pruebas o metas me aguarda el destino. Que como un
cuervo viste y que de doble personalidad se postea según soplen esos vientos,
siempre llamados de la fortuna. Atesoro cada momento. No pienso en el pasado.
Pues el pasado. Solo existe en mi mente... Y es tan... Tan borroso, que ni si
quiera se si es algo real. Mi amado hayedo ¿Es real? - tal vez lo sea - pero si
me produce un aliento de felicidad... Con eso me vale. Aunque sea para dar dos
pasos adelante sin mirar atrás y salir de este valle que tan muerto en vida me tiene.
Es como abrir una nueva puerta. Una entrada a una nueva vida. Un paso temporal
a otro mundo. Un viaje al subcontinente. Aun así. No logro entender nada. Puedo
pesar largo y tendido sobre por qué existo. Y puedo no dar con la bella luz de
la verdad alumbrando el vano intento de entender lo inentendible. Sigo
recorriendo el camino y pienso en voz alta - Que absurdo es todo lo que me pasa
- . Y esa horrible imagen, a mi mente vuelve y en los peores momentos me hiere.
El calor es tan horrible que mis pensamientos al sol se derriten como el hielo.
Templa el ánimo perdido día tras día. Es una batalla continua. Espero el sol de
un nuevo comienzo con gran esperanza. Es como si esperara recuperar el amor que
creí haber tenido hace no mucho. ¿Alguna vez ame? No lo se. Como siempre,
intento en vano recordar mi pasado. Es la misma de todos los días. Intento y no
puedo. Mi camino hago día a día.
Entre en una gruta. Era extrañamente cálida.
Como si a las ardientes entrañas de la tierra condujera, y lentos flujos de
lava en derrame por el suelo encontrase. El cuervo suspira desde el exterior y
me llama. Es como si… no quisiera que penetrara en la umbra acusada de este
abismo horizontal. Un leve ardor. Cálido como la mañana estival. Me cogió la
mano desde las más hondas entrañas de la caverna. Por un momento mi nombre creí
escuchar. Más… no creo recordar mi nombre. No recuerdo la última vez que lo
escuche de una boca amistosa, que juguetona buscaba la mía. Por olvidar he
olvidado hasta mi nombre. Acaso existo pues. ¿Se puede vivir sin nombre? ¿Se
puede existir sin esa palabra que te identifica? Ahora igual da. Estoy solo en
este yerto paraje. Dudo encontrarme a mi mismo en las entrañas de Erda(1). Dudo
encontrar nada en esta infinita oscuridad que me llama. Pero, un refugio es. Es
lo mas acogedor que en visto en, no se, días, meses, años o siglos… ¿Cuantos
años tengo? ¿Cuánto tiempo llevo aquí? ¿Dónde estoy? ¿Qué hice para acabar
aquí? Recuerdo… no se siquiera si es un recuerdo o un simple destello de un
sueño. Algo falsamente vivido. Algo tan vacuo que ni se si es real. Pero creo
recordar haber estado en mi casa, en mi jardín, bajo aquel viejo hayedo, musgoso, frío e hierático guardián de mis auroras, y fiel amigo de mi soledad.
Recuerdo eso. Solo eso. ¿Fue real? No lo se. Es solo un impulso eléctrico en
mis neuronas hambrientas. Cierro los ojos. Necesito un descanso de todo esto.
Manchas. Inocentes manchas veo en lo alto.
Brillan y se mueven. Son alargadas y de un cierto tono amoratado y algunas
azuladas. ¿Deben de ser visiones? - Alucinaciones por la falta de luz en días -
No veo nada ¿Donde esta salida? ¿Acaso la noche baño aquel valle? - Estoy
perdido en la caverna -. Cierro nuevamente los ojos y al sueño más profundo y
eterno de nuevo me entrego…
Que airado me encuentro en estos momentos. No
se, estoy enfado con la vida. La muerte es mi amiga y aliada. ¿Dónde esta?
¿Dónde esta la fútil doncella que baila con las hetereidades de la vida? ¿Dónde
esta su fiel guía que al oírla me canta las horas muertas de mi vida? Oropel de
nubes en mares de lagrimas, que desde la hondonada y turbada oscuridad emana
cual tibio arrollo. Arrollo de cristal, y fino paño de amor que a Gea(1) nutre y
en su seno penetra en furia y armonía artificiosa. Erda(2) me odia. Esclavo,
sirviente y clemente suyo soy. En su averno me retiene, y en mi mente sutiles
bellezas escupe. ¿Que espero de una deidad olvidada y castigada por el fluir del
tiempo?. En otra época. En la que viví en una sociedad, moderadamente
civilizada, viví entre doctrinarismos absurdos. Todos cimentados en mentiras.
Todos cimentados en los mismos principios. Todos absurdos y sin sentido. Supongo
que llegue a romper con la civilización y me transporte a este lugar. Perdido
en el cosmos. El sol parece el de siempre. La luna. Hecho en falta su plateado
candor nocturno. No recuerdo ya su color. Cuanto hace, ¿Porque no hay noches aquí?
1. Gea: Tierra. Según la mitología clásica. 2. Erda: Tierra. Según la mitología germana.
Se que los hechos que narro a continuación son imposibles y absurdos, pero así los viví y así os los relato. Un turbado mar ruge en mi cabeza. El sol hace
relucir las coronas de espumas blanquecinas. El viento, una salada neblina
trae. ¿Donde estoy? Ayer, estaba en un valle en mitad del mundo, y hoy, me veo en
un bote que a la deriva zozobra. Esta pesadilla continúa. Cierro los ojos y me
tapo los oídos. La mar, ruge con furia, es ensordecedor. El cuervo, que a todas
partes me sigue vuela alto y a la muerte trae. Serán delirios, pero la
veo. Esta en el bote y me tiende la mano. Pero no llego a alcanzarla. El cielo, estalla en luces rápidas y estallidos de cañones. A babor, una ola, tan grande
como aquellas cimas, que en aquel valle veía, en su seno me traga. Desperté, como no, en una playa, de arenas negras. Olía a muerte. Esa arena negruzca,
llevaba el sello de la muerte. El mar, desapareció, pues solo arena negra veía a
mí alrededor. En el horizonte, se fundía el negro con el azul ¿Donde
estoy? ¿Que lugar es este? Negras arenas me rodean y nada mas se vislumbra. Ni
agua, ni comida, ni refugio. Me detengo un momento, en ninguna parte. Y pienso,
cierro los ojos e intento volver al valle. Nada. De repente, el cuervo, grazna.
Me sobrecoge, vuela alto, no se en que dirección, pero le sigo con esperanza.
No le pierdo de vista, creo que aquí, el tiempo no pasa. El sol esta alto,
pasaron las horas, creo, y seguía en el mismo lugar. Llegué hasta una formación
rocosa. Había un árbol marchito enraizado en su base. El cuervo se poso sobre
sus ramas. Me miro fijamente, y... canto. En ese instante al suelo sin sentido caí.
No se cuando desperté, y... cada día, cada día, parece una prueba. Es como... no se,
parece un poco absurdo, pero es como si ese cuervo, que cada paso mío guía, me pusiera a prueba. ¡Que
digo! No puede ser, -parezco un loco, hablando en voz alta a nadie, salvo a mi
mismo- seguí pensando... es como si, la dama del alba se hubiese disfrazado de
animal. Pues la muerte es un animal de extraña natura, se guía por necesidad y de la
vida se alimenta. ¿Pero? Llevo ya tiempo sin ver vida, vida inteligente, soy el
único que habita estas tierras. Acaso... ¿En mi planeta me encuentro? Esto no
parece la Tierra. La Tierra es acogedora, o al menos, en otro tiempo me lo
pareció. Ahora me parece el peor lugar. Hoy, creo haber tenido uno de mis peores
días. Me odio a mismo hasta tal punto que no importaría morir. Odio esta vil existencia. Odio el simple hecho de vivir y de respirar cual
esclavo. ¿Quien me controla? Que hable ¿Que voz me susurra al oído? Algo me dice
que busque una piedra afilada y me raje la yugular – moriría en segundos, sin
sufrimiento, sin saberlo - ¿Que voz clama en alto mi suicidio? Pues, morir... Morir es lo que mas quiero.
Recupere la conciencia. Debía de ser ya el
día siguiente. No se cuanto tiempo permanecí sin conocimiento, solo se, que la
muerte no me llevo... jamás entendí por que. Cuando salí del cenagal llegué a un extraño páramo. Era verde, y tenía cierto alénto de vida. Era como un lago
azul en medio de la tierra. Olía a jazmín, creo recordar, era como el aroma de
los montes que en mi tierna niñez recorría. Por un momento lo reviví... di un
paso, y ante mi, el cuervo, emprendió el vuelo, y fugaz, se alejo del sitio. Es
como si ahora me evitara la muerte, y yo quisiera que me encontrara. En mitad de
ese vergel había un lago de cristalinas aguas. Bebí hasta saciar la sed. Al
otro lado, un manzano me tendía su fruto y me llamaba a cogerlo. No quería
moverme de allí, tenía agua y comida, cosa que en mucho tiempo no vi... Pero
algo, desde las cimas que aún, en la lejanía culminan, me llamaban.
“Un arpa oigo a lo lejos,
que leves acordes tañe y
qu'el viento, cual canto de sirena,
armoniza y acompaña por las gargantas
del pronunciado valle...
susúrros de música oigo.
Oigo la música. Es'arte, en la cual,
la frivolidad encuentra sus mas siniestros
adeptos.
Jamás me hipnotizo, ni cautivo mi oído.”
Esa arte oscura, en su vano intento de imitar
a la naturaleza, no es más que un artificio, tan inerte y sin viva, que solo los
más muertos en vida en ella belleza y razón buscan y creen encontrar. Viven del
fugaz capricho y del deleite del momento. Adoran esa arte oscura que sus
bacanales de fondo acompañan y que sus gritos de placer disimulan al oído de
los más rectos. ¿Me he de creer superior por estar por encima de eso que llaman
placer, por eso que llaman amor, o, por eso que llaman humanidad?
Los libros. Los libros son esos seres inertes que alegran a sus entusiastas. Son amigos fieles que nos acompañan toda la vida. Son herramientas de consulta y estudio, a la vez que nos brindan entretenimiento y amenizan esas frías tardes de invierno. En las que lo mejor que puedes hacer, es tirarte en la cama, y mientras de fondo, en volumen bajo, suenan los “Dresden Concerti” de Vivaldi, disfrutas de la calida compañía de un libro mientras acaricias al gato.
Los libros, como todo, hay que enseñar a tratarlos, y como no, no dejar nunca que mueran en una estantería a rebosar de ellos. ¿Quien no sabe, de quien tiene estantes llenos de libros polvorientos, caros, y bien a la vista de todos, pero que en su vida han ojeado o leído?
La literatura es algo más que un catálogo aburrido de fechas y nombres. Aunque, tal y como se suele presentar a la hora de su estudio, veo normal que mas de uno quiera ahorcarse ante la idea de tener que memorizar obras, nombres o argumentos de esos tomos, que bien, se pueden usar para calzar una pata coja de una mesa. Resulta abrumador. Pero, esto es como todo. Es cuestión de gusto. A mi, personalmente, leer una novela me aburre bastante. Prefiero abrir mi libro de Sonatas de Mozart, sentarme al piano, y dejar que mis dedos hagan lo que mis ojos leen, al fin y al cabo, la literatura musical también es literatura, y es una lectura bien ligerita y amena, como lo puede ser un Cervantes, Lorca, o la lírica Becqueriana.
Y con esto me despido, como siempre de forma indefinida, de este ciclo de "criticas" para explorar otros mundos. Como siempre, este blog, es cambio y renovación. Os doy las gracias a todos mis lectores, si es que los tengo. Un Saludo Rhöd Deutsch.
Una suave gota de vida mi rostro acaricia, y
de este profundo sueño me saca. Todo sigue igual. El árbol, herido, el cuervo,
que la letanía de la parca me susurra. El fin esta cerca. Cierro los ojos, y
una ventana veo. Quiero abrirla, saltar, abandonar mi cuerpo, mi existencia.
Abrazar mi fatal destino. Abro de nuevo los ojos y miro a mí alrededor. Me
pongo en pie y mi camino continuo. No se en que mes vivo, ni que día ni año
anuncia el sol en su eterno circulo de perfeccionismo cósmico. Veo cimas a lo
lejos. Aun me parecen tan lejanas. Como un espejismo, leve, liviano en mi mente
y maleable al juicio. Llevo un día sin probar trago y lo único que mi sed
apacigua es un cenagal cercano. Un Lodazal de mis penas, en donde más muerte
respiro. Seductoras fragancias de putrefacción a mas aves atrae, y el cuervo
que mis pasos vigila y con celeste cantar a la muerta lleva conmigo, perdido
esta. Hecho de menos como susurra la muerte en mi oído. Y aunque peligro
entraña, esta agua bebo. Aguas, que de muerte llenas están, y que ha esta,
espero me lleven. Sigo andando, me siento extraño, y aun con la esperanza de
que la muerte me lleve. En una hendidura me siento y cierro los ojos. Todo
gira, mi mundo se tambalea, y mis entrañas escapar de mi quieren… pierdo el
conocimiento… extrañas y fugaces imágenes vi...
Si de economía se trata, que tu escepticismo salga solo.
Que el desarrollo económico esta al alcance de todos
los países, es tan cierto como que cuando llueve el agua cae hacia abajo. Pero
siendo realistas, ¿Que es lo que impide que países como África, tengan los
niveles de pobreza tan altos que tienen? En mi humilde opinión, esto es una
carga que lleva arrastrando África, desde la fiebre imperialista. Puesto que,
si África a interesando, a sido por sus riquezas y hoy, sigue siendo eso lo que
interesa de este exótico continente. Ya sean diamantes, esclavos u otros
artículos de lujo, África siempre ha sido explotada por esos capitalistas tan
avaros y que lo único que quieren es nadar en la abundancia. Casi que primero,
hay que promover un cambio de mentalidad, pues los ecos imperialistas bien
reverberan en las cabezas de muchos.
Este país, es un teatro de títeres. Y se puede decir,
que quien realmente gobierna son los países desarrollados o mejor dicho, las
potencias mundiales. Estas potencias ponen a la cabeza del país a estos
títeres, solo para poder hacer con ellos lo que les venga en gana. De ahí, que
se marquen tanto las diferencias sociales y económicas.
Comparto con el autor, que África puede salir a
delante, pero yo aquí añadiría un pero, con matiz de escéptico. Pues el autor
dice, y cito textualmente “Una revolución verde, una revolución sanitaria y una
revolución de la conectividad están al alcance de África.” Por estar, claro que
están, pero dudo mucho de la viabilidad de estas mejoras tal y como se enfocan
los gobiernos de África, pues ellos no saben de democracias, ya que viven sumidos
en dictaduras y repúblicas un tanto arcaicas. Tal vez un cambio de gobierno,
una lucha contra la corrupción sean los primeros pasos para sacar adelante a
África, cosa que el Autor no menciona, habla de países como China, que dio ese
salto tras adoptar un sistema de gobierno capitalista.
Esta columna, es una breve reflexión sobre un articulo que leí en el País, del autor Jeffrey D. Sachs, y que se titula "Luchar contra la pobreza con la ayuda necesaria"
El camino es sinuoso. Y en la lejanía, entre
altas cimas se pierde. El camino, serpentea un valle de oscuros pasados y
acusados horrores. Sobre mi, un cuervo mis pasos observa y con su canto a
muerte mi latir acelera. Ya he tenido este sueño mas veces, creo que es
premonitorio, y que mi muerte veo cerca. Es un momento oscuro en mi vida.
Cuanto mas me adentro en el valle, más hórrido se vuelve el paisaje. Mire por
donde mire, cuerpos putrefactos al aire fragancias expulsan, y que deleite de
carroñeros al alba acompaña. El cuervo, sigue cantando la melodía de la muerte,
que con inhiesta sombra mi retaguardia acompaña. No veo el momento de girarme y
besarla con fuerza, y abrazar a esta vieja amiga, que tantos seres y alegrías
me ha quitado. Podría hablar, largo y tendido, de los oscuros recuerdos que de
mís entrañas brotan. Pero ahora, solo quiero cerrar los ojos bajo este árbol
marchito, de negras cortezas, hojas muertas y de heridas lleno. Esperar una
primavera, una lejana letanía de candor, que estas tierras no han visto en
siglos. Busco, en fin, no se que busco, es como un no parar de hacer… la vida
es un continuo bucle de renovación, mas, aquí, en este páramo de muerte se
detiene y me aprisiona. La vida es un deleite, de los que mucho tienen, y nada
agradecen. Y cuando todo lo pierdes, te das cuenta de cuan banal y sin sentido
es la existencia. Más aquí, pese a todo, paz y soledad encuentro.
El Valle I (Escritos Lovecraftianos). Rhöd Deutsch.